
Ya ha salido a la calle el número de agosto del periódico Salamanca Al Día, y en él está el siguiente artículo de Juan María de Comerón en la sección de opinión:
UN VERANO EN EL PUEBLO (Razones para escribir la novela)
Desde que era pequeño siempre me ha gustado mucho contar historias, imaginarme situaciones o escenas y escribirlas. Era y es algo que no puedo evitar, me sale solo, si vivo o veo algo interesante mi cabeza rápidamente lo transforma en ficción.
A la edad de veinte años, cuando me di cuenta de que quería ser escritor, comencé a dar forma a dos historias que estaba viviendo en la realidad. Una era sobre el interesantísimo mundo universitario de Salamanca, la cual transformé en la novela “El sentido de la vida”, publicada en 2017. Y la otra era sobre los maravillosos veranos en Lumbrales y Villoria, los pueblos de mis padres.
Siempre me he sentido muy afortunado de tener un pueblo al que ir durante los veranos, creo que lo que se vive y se aprende allí, durante los años de niñez y adolescencia especialmente, es algo impagable, que forma a la persona de una manera diferente. Vivir todo lo que vivimos en un pueblo nos hace ver la vida de otra manera. Y eso es algo que he querido contar.
Durante todos los veranos desde aquella idea inicial hasta ahora, a las vivencias que ya tenía, le he ido sumando nuevas historias, propias o ajenas, que poco a poco fueron creando una novela en mi cabeza, hasta que en junio de 2019 ya tenía muy claro lo que quería contar y cómo quería hacerlo. Así que comencé a prepararla documentándome sobre el año 1992, estudiando la historia de Lumbrales, de El Abadengo, creando los personajes, los escenarios y demás.
Dos años después, en los que ya no paré de escribir, todo eso ya tiene forma y se acaba de publicar. Se titula “Un verano en el pueblo”. Una novela que espero que disfruten leyendo sus historias, pero, sobre todo, reviviendo los inolvidables años noventa y, más aún, recordando aquellos maravillosos veranos en bicicleta.
Desde hoy la novela está disponible en los siguientes lugares y formatos:
VENTA DIRECTA (Salamanca):
– Librería Pablos
– Librería Víctor Jara
– Librería Melibea
– Librería Yuste
– Librería El Carmen
– C.C. E.Leclerc (Carbajosa)
– Librería Sanmar (Santa Marta)
– Librería Don Lápiz (Villares)
– Infotur (Lumbrales)
– Librería Abadengo (Lumbrales)
VENTA EN LA PÁGINA WEB:
– La novela se envía a cualquier lugar del mundo. En España no hay gastos de envío. Si se quiere la puede dedicar el autor.
– Disponible en formato DIGITAL (PDF).
VENTA BAJO DEMANDA EN TODA ESPAÑA:
La novela se puede adquirir en más de 4000 LIBRERÍAS del país. Solo tienes que pedirla a tu librero de confianza.
P.V.P. 18,90€
P.V.P. digital 6,99€
*Puedes leer el PRIMER CAPÍTULO pinchando aquí:
https://bit.ly/UnVeranoEnElPueblo
La nueva novela de Juan María de Comerón se encuentra ya en la imprenta y durante este mes saldrá a la venta.
Os presentamos la PORTADA y la SINOPSIS de la historia…
Nuestro autor participó ayer en un acto literario dentro de la programación del «Festival internacional de literatura en español de Castilla y León» en la librería Víctor Jara de Salamanca. El coloquio, en el que también estaban invitados los escritores Rebeca Jerez Hernández y Manuel Holgado Martín, fue presentado por el periodista José F. Merino, y trató sobre «Autoedición y librerías».
Fue el pimer acto de Juan María desde que comenzó la pandemia, algo que le supuso una alegría enorme al volver a estar rodeado de gente charlando de literatura, que destacó por ser una charla muy agradable y bonita, a la que acudieron un gran número de personas, pese a ser un viernes de verano a la misma hora de un partido de España de la Eurocopa.
Ya ha salido a la calle el número de junio del periódico Salamanca Al Día, y en él está el siguiente artículo de Juan María de Comerón en la sección de opinión:
LA VACUNA DEL DESEO
Confieso que soy una de esas personas a las que no le gusta nada ir al médico, hay quienes van en cuanto tienen algún síntoma para estar más tranquilos, y los hay que esperamos a que el tema ya esté muy mal para acudir. Siempre que voy es porque no me queda más remedio, pero no sabría muy bien decirles la razón exacta, porque lo cierto es que confío mucho en nuestros sanitarios.
Y también les confieso que no me gustan nada las jeringuillas, aunque en este caso sí que sé el motivo: les tengo verdadero pánico. Desde pequeño siempre las he odiado, tanto que no puedo ni ver por la televisión una aguja inyectándose en una persona, así que imagínense cuando me han tenido que pinchar a mí. Solo de pensarlo ya me pongo nervioso, y, por supuesto, no puedo mirar en el momento que lo están haciendo. Hace unos años me dio por echar un ojo cuando me estaban extrayendo sangre y me maree. ¡Quién me mandaría!
Y, sin embargo, desde hace unos meses estoy deseando que me toque vacunarme, que me digan que tengo que ir a que me inyecten una jeringuilla, que me den hora para que me pinchen una aguja en el brazo. El anhelo de querer recuperar la vida que teníamos antes ha podido al pánico, las ganas de estar tranquilo cada día han vencido a la intranquilidad por pasar ese momento. El virus ha conseguido que esté deseando hacer algo que odiaba. Cosas que pasan.
Lo que no sé es cómo me encontraré justo cuando me vayan a vacunar. Si estaré nervioso, si me atreveré a mirar la aguja, o incluso si volveré a marearme como aquella vez. Ya les contaré. Lo que hoy tengo claro es que, por primera vez en mi vida, me muero de ganas de que llegue ese momento.
Ya ha salido a la calle el número de abril del periódico Salamanca Al Día, y en él está el siguiente artículo de Juan María de Comerón en la sección de opinión:
A ESOS QUE HACÉIS FIESTAS EN PANDEMIA
Siempre he creído que la estupidez humana no tiene límites, y si bien esta epidemia nos ha mostrado lo mejor de muchas personas, también ha confirmado lo que siempre he venido creyendo en muchas otras.
Durante estos meses me he preguntado en varias ocasiones el porqué de la actitud de algunos respecto al cumplimiento de las normas impuestas. Está claro que a ninguno nos gusta que nos priven de nuestra libertad, pero solo con medidas duras se puede contener la propagación del virus. Aunque dicho sea de paso que no estoy de acuerdo con todo lo que se ha hecho, como haber cargado tan injustamente contra la hostelería.
Pero de todas esas actitudes, la peor es sin duda la de las fiestas clandestinas sin ningún tipo de medida sanitaria. Y creo que es la peor por la gran insolidaridad que demuestran, por no importarles nada lo que está sufriendo la sociedad, por reírse de aquellos que han perdido a seres queridos, por manifestar un enorme egoísmo, y porque les da igual si se llevan el bicho a casa que cause la muerte a sus padres o a sus abuelos. ¿Qué clase de persona es aquella que prefiere unas horas de fiesta aun con la posible consecuencia de la muerte de un familiar?
Así que a esos que hacéis fiestas en pandemia, os digo que no existe ni una sola razón para ello, porque hartos estamos todos, y todos también necesitamos desestresarnos, desconectar, relacionarnos y disfrutar de la vida. Y os pido que dejéis de ser egoístas, que seáis solidarios, que apliquéis el sentido común, que demostréis que sabéis vivir en sociedad, y, sobre todo, que pongáis un límite a la estupidez humana, porque son miles de personas más las que pueden morir por vuestros actos.
Esta tarde nuestro autor ha anunciado que hace pocos días terminó de escribir su segunda novela, y que ya se encuentra en la editorial donde le están haciendo la corrección profesional, el diseño de la cubierta, la maquetación y de más. Se prevee que «Un verano en el pueblo» salga a la venta durante el mes de junio. Sin duda, es una maravillosa noticia saber que en poco tiempo se publicará su tan esperada nueva novela.
Puedes ver el video que ha publicado en Facebook pinchando AQUÍ
Ya ha salido a la calle el número de enero del periódico Salamanca Rtv al Día, y en él hay un artículo de Juan María de Comerón en la sección de opinión.
El artículo se titula «Lo que nos enseñó el 2020».